En el mundo de la ingeniería, donde los proyectos suelen ser complejos y demandantes, el control estratégico de riesgos emerge como una pieza fundamental para asegurar la viabilidad y éxito de las iniciativas. La administración de riesgos no se limita a la prevención de problemas, sino que abarca la identificación, evaluación y gestión de factores tanto internos como externos que pueden influir en el desarrollo y éxito de un proyecto. El control de riesgos va más allá de las fronteras tradicionales, abordando elementos que pueden alterar significativamente el curso de un proyecto.
En cualquier empresa o proyecto existen dos tipos de riesgos: los normales y los externos. Los primeros son aquellos que podemos prever y gestionar con planes bien estructurados, como los relacionados con la calidad del trabajo, el cronograma y el medio ambiente.
Los riesgos externos, por su parte, son aquellos que escapan del control directo de la empresa y del cliente. Estos incluyen cambios en las condiciones del entorno, medioambientales, variaciones en los valores del dólar, alteraciones en los suministros, y hasta eventos geopolíticos como una guerra. Estos factores, aunque difíciles de predecir, pueden ser gestionados a través de un análisis estratégico y la implementación de herramientas adecuadas para controlar su impacto en el proyecto.
Para manejar estos riesgos externos, es vital realizar un análisis estratégico que permita identificar las variables críticas y evaluar cómo estas pueden influir en el proyecto. Por ejemplo, cuando se trabaja en zonas cordilleranas, el clima se convierte en una variable crucial. Un cambio en la temperatura o condiciones adversas del camino puede afectar la logística y los tiempos de entrega. En estos casos, contar con planes de contingencia es esencial para mitigar los efectos adversos.
La relación entre riesgo y oportunidad también juega un papel importante en este proceso. Mientras se buscan minimizar las amenazas, es crucial estar atentos a las oportunidades que puedan surgir. Estas oportunidades pueden traducirse en reducciones de costos y tiempos, mejorando así la eficiencia del proyecto.
El control estratégico de riesgos no se limita a un área específica de proyecto, puede ser aplicable a diversos campos, desde la minería hasta la pavimentación de una ruta. Sin embargo, la importancia de su implementación varía según el impacto económico y la complejidad del proyecto. En proyectos mineros, un mes de retraso puede costar millones de dólares, mientras que, en proyectos de pavimentación, el costo recae más en los usuarios que deben enfrentar las condiciones adversas por más tiempo.
La implementación del control estratégico de riesgos en los proyectos varía significativamente según el sector, ya que queramos o no, los proyectos siguen las exigencias de la industria y sus exigencias financieras, lo que refleja un desafío constante para las empresas. Mientras que en el sector público se priorizan en la construcción y supervisión de soluciones de menor costo, en la industria minera se valora una combinación equilibrada de precio, calidad y servicio, lo que ha llevado a mantener bajos índices de accidentabilidad y un excelente control de riesgos durante la ejecución de los proyectos.
Esta dicotomía muestra que, aunque la evolución hacia sistemas de control de riesgos más sofisticados es inevitable, el ritmo de adaptación se retrasa dependiendo de las prioridades y beneficios a largo plazo que tenga una empresa al momento de querer generar un proceso de control de riesgos.
La clave para alinear el control de riesgos con las expectativas del mercado y de las empresas reside en un cambio cultural y estructural dentro de las organizaciones. Todos los actores, desde ejecutivos hasta trabajadores, deben entender la importancia de una gestión de riesgos efectiva. Este cambio no solo mejorará la seguridad y la calidad de los proyectos, sino que también aportará beneficios económicos a largo plazo.
Lograr que todos los sectores alcancen los estándares que maneja hoy en día la industria de la minería en términos de control de riesgos es fundamental para garantizar proyectos más seguros, eficientes y sostenibles a lo largo del país.
Elevando el Perfil Profesional
Para los profesionales de la ingeniería, adoptar una perspectiva estratégica en la gestión de riesgos puede abrir nuevas oportunidades y elevar su perfil profesional. Aquellos que pueden anticipar y manejar riesgos de manera proactiva están mejor posicionados para tener éxito en sus proyectos y garantizar resultados positivos. Aquel que no es capaz de responder a los riesgos, es porque nunca lo previó.
El control estratégico de riesgos es una herramienta indispensable en la ingeniería moderna. No solo ayuda a prevenir problemas y minimizar pérdidas, sino que también permite aprovechar oportunidades y mejorar la eficiencia de los proyectos. Los profesionales que dominan esta disciplina están mejor equipados para enfrentar los desafíos y asegurar el éxito en un entorno empresarial cada vez más complejo y exigente.
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Gerente Técnico
PROSIGA VFH